Celebrar la cena Navidad recordando a Jesús

5 excusas para no ir a una cena de Nochebuena o NocheviejaEn una sociedad consumista y materialista, se ha perdido el significado de lo que es la Navidad. Parece que la cena de Navidad se ha convertido en una simple fiesta, en la que la gente se atiborra de comida. Los cristianos y las cristianas no podemos olvidar a quién celebramos y recordamos en Navidad: a Jesucristo, Dios hecho hombre.

A parte de comer el asado, el cristiano debe nutrirse la palabra de Dios y la oración, recordando el gran regalo que el Señor nos ha hecho. ¿Acaso no hay mayor alegría que el que se nos haya dado la salvación por medio de Cristo?

Recordar a Jesús es encender una vela en nuestros corazones, que nos ha apartando de toda tiniebla de maldad y pecado que exista dentro de ellos.

Exponiendo todo esto, he querido redactar una guía de cómo celebrar la Navidad cristiana en la cena.

Celebración cena familiar de Navidad

Preparamos la mesa con: comida, vela central o corona de Adviento y al lado el árbol de Navidad. Ponemos música navideña de fondo, pero con audio bajo

Lectura de Isaías (encendemos las velas y el árbol)

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El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido. Tú has hecho que el pueblo crezca; has aumentado su alegría.Y se alegran ellos en tu presencia como cuando recogen la cosecha, como cuando reparten el botín.

Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David
y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del Señor Todopoderoso.

Palabra de Dios

Oración

Señor, te esperábamos más grande, y vienes en la debilidad de un niño.
Te esperábamos a otra hora, y vienes en el silencio de la noche.
Te esperábamos poderoso como un rey, y vienes hombre frágil como nosotros.
Te esperábamos de otra manera, y vienes así de sencillo.
Nos habíamos hecho una idea de ti, y vienes, Señor, rompiendo todo lo previsto.
Danos fe para creer en ti, y reconocerte así, como vienes.
Fortalece nuestra esperanza para confiar en ti.
Enséñanos a amar como amas tú, que siendo fuerte te hiciste débil
para ser nuestra fortaleza en todo momento y por los siglos de los siglos.

Amén

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el Imperio romano. Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria. Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propia ciudad.
También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la Ciudad de David, para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba embarazada y, mientras estaban allí, le llegó el tiempo del parto. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.

Palabra del Señor

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Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo: «No tengáis miedo. Mirad que os traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy os ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Encontraréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:
«Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».

Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer».
Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre.
Palabra del Señor

Cantamos: Noche de Paz

Bendición de la familia y la mesa

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El Señor esté con nosotros y guíe nuestros pasos. Que el Señor bendiga nuestras vidas y estos alimentos que hoy compartimos en familia y en amor.
Amén
Comemos charlando con la familia y amigos
Cena de navidad
Cantamos villancicos

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