Durante un buen tiempo de mi adolescencia, me preocupaba bastante el hecho de ser homosexual y no ser aceptado por Dios. Cada día tenía que oír comentarios de odio por parte de aquellos que supuestamente eran quienes hablaban en nombre de Dios.
Con el paso del tiempo, llegué a pensar que Dios me odiaba por ser como era y que iba a ser condenado a la eternidad en el infierno.
Llegando ya a los 17 años, empecé a descubrir a un Dios de amor, de esperanza y de misericordia. Comprendí que los que hablaban en los púlpitos con mensajes de odio no estaban difundiendo el verdadero mensaje evangélico de Jesús. Descubrí que mi Dios no me odiaba ni me quería condenar al infierno, sino que Él me había creado como era y que quería que amara. Quiero recordar este pasaje del Evangelio de San Juan 3:16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".
Por otra parte, quiero aclarar que ser LGTBI y cristiano es completamente compatible. Y no es una afirmación autocomplaciente, sino que es con puros argumentos teológicos y etimológicos de la Biblia.
Se suele utilizar 1 Corintios 6 y 1 Timoteo 1 como supuestos versículos para condenar la homosexualidad. Bien, la traducción original de arsenokoitēs, de origen griego, quiere decir "hombre cama", y hace referencia al prostituto varón, principalmente aquel que se prostituía en templos. En griego, la palabra que se solía usar para referirse a los homosexuales era androkoitēs, palabra que nunca se usa en la Biblia. A partir de esto, podemos afirmar que estos versículos no condenan la homosexualidad, sino la prostitución que se realizaba en templos.
Por otra parte, encontramos que Jesús dice que no todo hombre estaba hecho para tener relaciones con una mujer. Es ahí donde entra la palabra eunuco, que se usaba en esa época para referirse a los homosexuales y a los hombres castrados. Literalmente, el Evangelio de San Mateo dice así: "Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba".
Podemos afirmar que Jesús ama a los homosexuales, bisexuales y transexuales, y quiere que se les trate con dignidad y amor.
La iglesias cristianas deben ser puntos de acogida que protejan a estas personas del odio y la discriminación, no pueden ser focos de fanatismo e intolerancia. Una iglesia es iglesia cuando ama y no discrimina.
Si eres una persona LGTBI que lleva años buscando el amor de Dios, puedo decir que Dios hace mucho tiempo que te ama. Dios solo quiere que seas feliz y cumplas su principal mandamiento "amaos unos a otros como yo os he amado" y creer en Él. El amor nunca será una condena, sino una bendición que nace de Dios. La pareja es aquella persona que Dios nos da para acompañarnos en el camino de la vida, a la que debemos honrar, cuidar y respetar.
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